EL REINO DE LOS SENTIDOS
El reino de los sentidos es el lugar en el cual hemos vivido desde nuestro nacimiento, y al cual estamos completamente habituados. Sabemos que “algo” existe cuando le podemos ver, escuchar, tocar, saborear u oler, es la percepción la función que nos permite recibir, procesar e interpretar nuestro entorno a través de los sentidos.
Cuando alguien ve, oye, toca, gusta o huele algo que nadie más lo percibe, o cuando percibe algo cuya existencia es comprobablemente nula, se dice que hay un estado de “percepción alterada de la realidad”, lo cual es el signo más evidente de un estado de esquizofrenia o locura.
EL REINO ESPIRITUAL
El Reino Espiritual es un lugar que naturalmente desconocemos, y que ha permanecido desde nuestro nacimiento oculto a nuestras vidas, por lo que no estamos habituados a él.
Por lo común debe ocurrir una situación límite que nos ponga en contacto con lo sobrenatural, y así percibimos su existencia y magnitud; de lo contrario pensamos que este reino, es el reino de la fantasía.
Al comprobar la existencia de que algo intangible tiene más fuerza que la realidad que percibimos a nuestro alrededor, nuestro ser se conmociona y entendemos que la realidad es una percepción alterada del reino espiritual.
EL REINO DE DIOS
El reino de Dios es inaccesible a Satanás, es la fusión del reino de los sentidos y el reino espiritual. Es la fusión del cuerpo el alma y espíritu, en el Espíritu Santo de Dios. Es el reino original del cual fuimos expulsados, al él volvemos a través de Jesús, y podemos estar seguros de que lo haremos porque Él mismo dijo: a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió.
¿Pero cuando sucederá?, ya sucedió, el reino esta frente a nosotros y a él nos está invitando a entrar
¿Pero que nos impide entrar en el Reino de Dios?...
EL REINO DEL PECADO
El reino del pecado es el reino de Satanás, es quien nos impide entrar en el Reino de Dios, Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios
Jesúa dijo al referirse al Reino del pecado, No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
El reino del pecado y este mundo son la misma cosa, mi Reino no es de este mundo, esto dijo Jesúa a través de todo su ministerio.